
La Plaza de la Revolución
es una plaza pública de La Habana, una de las más grandes del mundo con
72.000 metros cuadrados. Fue creada en tiempos del presidente Fulgencio
Batista y originalmente fue llamada Plaza Cívica, aunque su fama
internacional comienza con la Revolución cubana. En ella podemos
encontra el memorial a José Martí. Una gran torre mirador, desde donde
se divisa toda la ciudad, en cuyo interior existe un museo sobre la
revolución y sobre José Martí.

Y si Él se sienta aquí en momentos especiales, yo no iba a ser menos.
El
museo... pues qué quieres que te diga. Ni fú ni fa. Mucho panel para
leer, algunas fotos de aquella manera, un par de "cosas" como la que se
ve aquí.. Pero quien quiera conocer la vida y milagros de José Martí, que pulse sobre su nombre. Allá cada cual con sus acciones.

¡Sorprendente!
Una vez arriba (tras superar el ascenso en un pequeño ascensor) a uno
se le abre la boca de admiración. 360 grados de visión panorámica sobre
La Habana. Merece la pena acudir, aunque no es más que otro "valle de
los caídos " de los muchos que existen en la isla. Apartando ideologías:
vivan los parques de atracciones.

La
azotea está prohibida para las visitas, pero es por esta escalera por
donde se accede a ella. En mi visita pude comprobar que había un equipo
de trabajo (escaladores) que tenían misiones de limpieza de la torre;
invadida por excrementos de pájaros horrorosos semi carroñeros que
sobrevuelan cerca de edificios altos.
El blog del día: Confesiones de un frantasma